La casa donde residió después de morir su marido Humphrey Bogart está a la venta, pero conserva la misma decoración ecléctica de entonces… Hablamos de casas con encanto, y en concreto de una: aquí vivió Lauren Bacall en Nueva York los últimos 53 años de su larga vida (1924-2014).
Muchas de las tendencias en decoración de interiores vigentes hoy estaban ya en esta impresionante casa de entonces de la que vemos un extraordinario reportaje fotográfico en HGTV.
Los amantes del cine negro, de la década dorada del cine en Hollywood estarán encantados de desvelar, a través de la decoración de su casa, algunos de los gustos más secretos de la actriz Lauren Bacall.
Pero lo que más sorprende es que algunas de las ideas de decoración que son tendencia hoy ya se ensayaron en la casa donde esta mujer de belleza inquietante vivió durante más de cinco décadas.
La casa, que se compró por unos 30.000 dólares en 1961, está a la venta por 26 millones de dólares, sin contar las obras de arte por valor de 3 millones de dólares que la casa de subastas Boham se va a encargar de vender…
La subasta es precisamente la razón por la que contamos con este hermoso reportaje fotográfico de la casa de nueve habitaciones donde vivió su intimidad Lauren Bacall después de enviudar de Bogart. Por cierto, que está situada en Nueva York, en el mítico edificio Dakota, con vistas sobre Central Park.
Sin duda, esta mujer de gustos eclécticos amaba el arte y le gustaba exponerlo en su casa con grandes dosis de dramatismo. Son impresionantes las galerías de cuadros en las paredes, con firmas como la de Picasso, John James Audubon y Henry Moore… Pero también los candelabros y muebles art-noveau, las deliciosas esculturas en bronce, las exquisitas alfombras y los pequeños recuerdos de tantos y tantos viajes que se esparcen aquí y allá.
La actriz practicaba el mix & match en decoración con muchísimo talento. Algunas de las mezclas y colores utilizados en su casa siguen plenamente vigentes hoy día: el color mint del salón, el amarillo del papel pintado vintage del dormitorio de invitados, el blanco desnudo de muchos espacios de la casa o los neutros de otros ambientes… También las galerías de cuadros, mezcladas con colecciones de platos en la pared, los posters vintage, las piezas Art Deco…
Nada ostentoso que recuerde a la gran diva que fue, por cierto… Sorprende ver algunas fotos sobre el piano y ningún retrato más. Nada recuerda el pasado glorioso de Lauren Bacall, sino que resulta una casa muy vivida y disfrutada en cada momento.
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