¡Una vieja mesa de madera para compartir grandes momentos con amigos y familia! Compartir momentos… De eso está hecha la vida (y la felicidad), ¿no? Pues si esos momentos felices los compartimos con amigos y familliares en torno a una mesa de madera propia de una decoración vintage como ésta, seguro que además el ambiente es cálido y distendido.
Son mesas de madera con un toque rústico, ya que están recuperadas de derribos, de la casa de la abuela, o hechas con materiales que íbamos a desechar (hay un ejemplo de mesa hecha con una puerta que publicamos aquí, en Decomanitas…)
Son mesas para muchos comensales, en las que la madera está muy presente, o bien en su estado natural, simplemente lijada y encerada, o bien pintada. Cuando la mesa de madera está pintada, suele estarlo sin mucho esmero, para que se noten las diferentes capas de pintura que ha ido recibiendo y que le dan su pátina de legitimidad y al tiempo de frescura… Porque en torno a mesas así, las conversaciones y las emociones son, sin duda, más sinceras y entrañables…
Fíjate, por cierto, en la iluminación sobre estas mesas: sencillas bombillas colgando de cordones, como en las casas antiguas, o bien luminarias vintage con mucho encanto… Eso sí, sin olvidarse de que lo antiguo es sólo lo que se ve… ¡Por favor, luces de bajo consumo, a ser posible, LED, e instalaciones eléctricas en orden, de acuerdo a la normativa vigente…!
Los cables recorriendo los techos o las paredes sin necesidad de rozas son precisamente una características de las casas antiguas que han recuperado la decoración vintage y la decoración rústica.